La última agresión sucedió la tarde de ayer. Según el testimonio de la víctima, una joven de 18 años, un desconocido se abalanzó por detrás a la salida de la estación de metro de la calle 53, al sur de Brooklyn. El asaltante manoseó a la mujer en sus partes íntimas antes de darse a la fuga corriendo. Este ataque guarda numerosas similitudes con otro que tuvo lugar la mañana del domingo en la misma zona. El modus operandi del agresor fue el mismo, abordó a la víctima por la espalda y le tocó el pecho, antes de escapar corriendo asustado por los gritos de auxilio de la mujer.
“La sorprendió agarrándola muy fuerte por el pecho. Comenzó a gritar y la gente que había por los alrededores le asustaron y huyó”, explicó la hermana de la joven atacada ante las cámaras de la NBC.
Sin embargo, en esta ocasión el delincuente sexual cometió un error: en su huida puso su mano sobre la puerta de un coche aparcado. Ahora la policía tiene las huellas dactilares del que ya han bautizado como el ‘violador de Brooklyn’.
Más allá de los confusos retratos robot elaborados por las víctimas, es la primera pista real que les podría llevar a detener a un delincuente al que se le atribuye unaviolación y una docena de asaltos de índole sexual. Las huellas no coinciden con ninguno de los registros de la Policía de Nueva York, lo que indica que el sospechoso no tiene antecedentes penales.
La falta de resultados en la investigación policial y la aparición de nuevas agresiones han llevado a las autoridades a iniciar una polémica campaña de concienciación entre las mujeres residentes en Brooklyn. Bajo el lema “Cubríos, decidle a los hombres que no violen”, la Policía de Nueva York ha sugerido a las jóvenes que destierren los escotes y las minifaldas de su vestuario.
Esta iniciativa no ha sentado nada bien a las activas asociaciones feministas de la ciudad de los rascacielos, que la pasada semana organizaron una “marcha de las putas” en la que, ligeras de ropa, protestaban por la medida “sexista” adoptada por las fuerzas de seguridad neoyorquinas a las que pidieron “que hagan su trabajo”.
Via La información
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